martes, 5 de noviembre de 2013

Actividades

RUTA POR LAS CINCO VILLAS

Colgamos la crónica de Antonio Alía Portela de una de las últimas y atractivas rutas que se han hecho desde ARDEIDAS, descubriendo y disfrutando de la Naturaleza. Ni más ni menos que por las Cinco Villas, sin duda un bello itinerario por la riqueza paisajística de estas entrañables poblaciones de la comarca de Talavera. 




     Este último domingo de octubre, casi una veintena de andarines nos hemos dado cita para hacer la ruta de las Cinco Villas

     La mañana era fresca y empezamos en la zona de umbría, lo que hizo que algunos no nos quitásemos el forro hasta bien entrada la mañana. Desde Mombeltrán nos dirigimos hacia Santa Cruz del Valle por una senda de piedra lavada por las recientes lluvias lo que la convertía, a veces, en una subida resbaladiza. 

     Desde Santa Cruz hasta el siguiente punto: San Estaban del Valle. Este tramo dejaba a la vista toda zona sur de la sierra y la parte soleada del valle. En San Estaban se nos unieron otros miembros de la asociación quienes, además de darnos ánimos, nos hicieron buena compañía. Desde San Esteban nos dirigimos a Villarejo. La senda, siempre bien señalizada, transcurría por parajes que nos dejaban saciar nuestra hambre con frutos secos como: castañas, uvas, higos, nueces, barritas energéticas, etc., y, gracias a las lluvias recientes, los caños corrían alegremente por lo que no hubiese sido necesario llevar agua. 

     En Villarejo hicimos un alto en el camino en un mirador desde donde pudimos contemplar las magníficas vistas que ofrecía el valle para dar buena cuenta de los apetitosos tentempiés que algunos acarrearon durante algunas horas. La penúltima etapa nos llevó hasta Cuevas del Valle. El calor de la mañana se hacía notar, también el cambio de hora, pero de nuevo la providencia, como un maná, nos llevó bajo un castaño con frutos generosos que nos invitó a llenar las mochilas...

     El mediodía se había alargado demasiado y el hambre hacía mella en los insaciables estómagos de los andadores de la asociación por lo que hicimos parte de la ruta hacia Mombeltrán por la carretera hasta encontrar la Calzada Romana y por ella hasta los pies de la gran Villa de Mombeltrán donde me afloraron los recuerdos de la novela del Capitán Fantasma y su bello corcel.


   Una vez llegados a la Villa el grupo se disgregó y hubo división de actuaciones: unos volvimos a casa y otros se quedaron a comer en la sierra aprovechando la bondadosa tarde otoñal. En lo que sí coincidimos todos fue en lo agradable que fue el paseo que es apto y asequible para todos los niveles y que en esta época del año la naturaleza nos ofrece, además de bellas estampas paisajísticas, un sin fin de manjares para saciar nuestras ganas de comer y de belleza natural.

Muchas más fotos aquí:









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