La
Asociación Ardeidas organiza una ruta por la Vía Verde
de la Jara el próximo día 14 de abril de
2013, en bicicleta.
Saldremos en
autobús desde la antigua Ilta a las 8:30 h., (las bicicletas las cargaremos en autobús), nos llevará hasta
Santa Quiteria.
El trayecto lo
haremos en bicicleta, desde Santa Quiteria hasta Calera Chozas, cuando
lleguemos el autobús nos estará esperando para traernos de vuelta Talavera.
La ruta se hará
sin prisas no va a ser una competición, iremos observando el paisaje, la fauna y
la flora.
La distancia es de
50 km. No asustarse por la distancia se hace con relativa facilidad, es en
sentido descendente.
La hora de llegada
prevista será sobre 4:00 h de la tarde
Comeremos en la
ruta, llevarse avituallamiento.
Muy
importante todos aquellas personas que deseen participar en la ruta deberán ir
al Colegio La Salle el viernes día 5 de abril para inscribirse. La inscripción
es de 5,00 euros por persona. El precio final dependerá de si llenamos el
autobús
Para cualquier
aclaración ponerse en contacto con el Sr Presidente D. Miguel Ángel Tejedor en
el teléfono 636062663
La Vía Verde de la Jara, sin duda una de las rutas más atractivas que se pueden realizar en la zona centro peninsular. Apta para caminantes, ciclistas e incluso para discapacitados, la Vía Verde de La Jara es una ruta que no te dejará indiferente. Paisajes solitarios en mitad de los Montes de Toledo, túneles, viaductos y un cómodo trazado hacen de esta excursión un itinerario ideal para hacer en grupo o con niños.
La historia de un tren que nunca salió de la estación
Hemos de remontarnos casi 90 años para encontrar las primeras referencias de esta línea férrea y al igual que en otras proyectos hay que remitirse a la época del General Primo de Rivera para comprender la lógica de este singular trazado ferroviario. El plan de expansión de líneas ferroviarias gestado en 1926, contemplaba la creación de nuevos recorridos. Esta vía se concibió como unión entre Talavera de la Reina (Toledo) y Villanueva de la Serena (Badajoz), a través de la villa de Guadalupe (Cáceres). Las obras se iniciaron a buen ritmo a finales de los años veinte del pasado siglo. Cientos de obreros excavaron trincheras y fabricaron toneladas de hormigón para tender elegantes y esbeltos viaductos como el de Azutan que salva las aguas del río Tajo. La Guerra Civil, la crisis de posguerra, el automóvil y la despoblación de los campos se confabularon contra el proyecto de construcción del ferrocarril y sus obras languidecieron hasta que un día se pararon definitivamente. En ese momento ya estaba construida toda la explanación, excepto los 20 Km. del tramo de la sierra de Las Villuercas.
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